Las poleas son ruedas acanaladas. Nos las podemos imaginar como una rueda de bicicleta a la que le hemos quitado la goma. El tamaño puede ser muy variable, pueden ser más grandes que la rueda de la bicicleta, pero normalmente son mucho más pequeñas.
Ejemplos de poleas reales
Cuando una polea gira libremente sobre su eje, se llama polea loca. Cuando gira conjuntamente, entonces se llama polea solidaria. Si sujetamos el eje de una polea loca, la polea puede girar. Sin embargo, si agarramos el eje de una polea solidaria, la polea no gira porque están unidos.
Un eje es una barra sobre la que giran elementos. Un árbol es barra que sostiene elementos giratorios de manera solidaria. Un eje no puede transmitir movimiento, un árbol sí. Las poleas solidarias no tienen eje, tienen árbol.
Es una polea que está unida a un elemento fijo. Puede rodar, pero no se desplaza lateralmente.
Transforma un movimiento lineal en otro
movimiento lineal de distinta dirección. No transforma
fuerzas, sólo para cambiar la dirección de una cuerda. Es reversible
porque si tiro del gancho sube la cuerda.
La cuerda está unida a un elemento fijo, pero la polea no, por tanto, puede desplazarse lateralmente. Tanto a la entrada como a la salida tenemos movimientos lineales.
Multiplica la fuerza por dos. Es reversible, si tiro del gancho se mueve el extremo libre de la cuerda.
Son asociaciones de varias poleas fijas y varias móviles. En el polipasto las poleas no comparten el eje, en la trócola si.
Tanto a la entrada como a la salida tenemos movimientos lineales. Estos aparejos se usan para aumentar las fuerzas. Multiplican la fuerza por el número de tramos de cuerda que hay en la salida (en estos dibujos multiplican por 4). Son reversibles, si tiramos del gancho, se nueve el extremo libre de la cuerda.
Por ejemplo, en este otro dibujo tenemos una trócola que multiplica la fuerza por 6.
Estas son imágenes de aparejos de este tipo reales: